A mucha gente (tanto dentro como fuera de la academia) se le llena la boca cuando habla de Internet y su potencial participativo. Para dar relleno a sus argumentos recurren a los casos anecdóticos de siempre que proponen desde una mirada superficial y sin matices. Lo que faltan son estudios empíricos que pongan en claro sobre oscuro las tensiones que emergen en esos procesos colaborativos, la complejidad que se esconde tras ellos y su enorme sofisticación. Eso es lo que hace Toni Roig en la tesis que defendió recientemente en la Universitat Oberta de Catalunya titulada ‘Cap al cinema collaboratiu: pràctiques culturals i formes de producció participatives’.
Desde una aproximación centrada en el estudio de las prácticas, un enfoque que gana presencia en las ciencias sociales, especialmente en el estudio de los media, y con un enfoque etnográfico (el que seguimos desde Mediacciones) Roig analiza tres caso de ‘cine colaborativo’ como son los proyectos X-ile, Energia Productions y A Swarn of Angels. Todos ellos se proponen como modelos alternativos a Hollywood y tratan de desarrollar sus producciones a través de la colaboración de ‘usuarios’, en la mayor parte de las ocasiones no especializados.
Sin embargo, el desarrollo de la colaboración es una tarea enormemente compleja. En A Swarn of Angels, por ejemplo, el origen de las tensiones procede del personalismo de su líder, de un lado, y el sentido comunitario del proyecto, de otro; entre la participación entendida como entretenimiento activo y la colaboración como integración en la producción.
A final, se trata de proyectos que juegan a ser industria y juegan con la industria, algo muy típico de muchas iniciativas de la Red. Así que Toni deja preguntas abiertas como: ¿hay realmente un cuestionamiento de las reglas de la industria cinematográfica? Una cuestión que sin duda puede extenderse para muchas otras iniciativas y fenómenos de Internet que nacen como reacción a instituciones establecidas pero que acaban fagocitadas por ellas, integradas e institucionalizadas. Sirvan como ejemplo los bloggers que acaban trabajando para los mismos medios tradicionales que criticaron enérgicamente, los programadores que acaban trabajando para las mismas empresas de software que combatieron…
Y una cuestión clave en la tesis de Toni que han dirigido Inma Tubella y Elisenda Ardèvol: la experiencia como término clave para comprender el fenómeno del cine colaborativo. Feliciades, doctor Toni Roig.